LA ENTREVISTA CON RUBÉN ANDRADE VALDÉZ

“Hoy es el mejor día para salvar vidas."

Mi nombre es Rubén Andrade Valdéz, tengo 34 años, soy originario del estado de México, soy casado y actualmente no tengo hijos. Desde pequeño he sentido una conexión especial con los animales, lo cual ha marcado profundamente el rumbo de mi vida tanto personal como profesional.  Estudié la carrera de Medicina Veterinaria y Zootecnia en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), una de las instituciones más reconocidas de América Latina. Cursar esta carrera fue una experiencia intensa, llena de retos, aprendizajes y vivencias que reafirmaron mi decisión de dedicarme al cuidado animal. Mi comida favorita es la mexicana, especialmente los tacos, por su sabor, variedad y el vínculo cultural que representan. En cuanto a la música, me gusta de todo un poco, aunque tengo una preferencia especial por el regional mexicano, ya que me conecta con mis raíces, mis recuerdos de infancia y el ambiente del campo, donde muchos animales forman parte esencial de la vida cotidiana. Desde joven, el amor por los animales ha sido una constante en mi vida. Verlos sufrir me generaba una gran inquietud, y descubrir que podía aprender a ayudarlos y salvar sus vidas fue la motivación principal para escoger mi camino profesional.

¿Qué te motivó a estudiar medicina veterinaria?

Lo que me motivó a estudiar esta carrera fue, sin duda, el amor hacia los animales. Siempre he sentido que los animales no pueden expresar su dolor como los humanos, y por eso necesitan de personas comprometidas que los entiendan, cuiden, curen y les brinden una mejor calidad de vida. Me conmueve profundamente su vulnerabilidad y el hecho de que dependen totalmente de nosotros para sobrevivir, sanar y vivir con dignidad. Esta vocación nace del deseo de marcar una diferencia real en su bienestar físico y emocional.

¿Cómo ha sido tu etapa de crecimiento profesional? 

Mi crecimiento profesional ha estado lleno de retos y sacrificios. He tenido que enfrentar momentos duros, largas jornadas de trabajo y decisiones difíciles. Sin embargo, con mucha dedicación y el apoyo de personas cercanas, he logrado salir adelante. Hoy puedo decir con orgullo que todo va viento en popa, y cada caso superado me ha dejado un aprendizaje valioso.

¿Qué es lo que más disfrutas de tu trabajo? 

Lo que más disfruto de mi trabajo es poder curar caballos con casos complicados. Muchos colegas veterinarios me derivan pacientes que no han tenido buenos resultados en otros lugares, y gracias a mi experiencia, preparación constante, dedicación y persistencia, varios de esos caballos logran recuperarse y volver a tener una vida digna. Por eso algunos me llaman "el médico de los casos perdidos", un apodo que, aunque humilde, refleja el impacto que he logrado tener en mi especialidad y el compromiso que mantengo con cada vida que atiendo.

¿Realizas alguna actividad aparte de tu trabajo? 

Sí, me gusta mantenerme activo fuera del trabajo. Uno de mis pasatiempos favoritos es salir en bicicleta. Me permite relajarme, despejar la mente. Además, me ayuda a reflexionar sobre los retos del día a día y a recargar energías para continuar con mi labor. También me gusta mucho la ciencia ficción, porque me hace imaginar futuros distintos y cuestionar la tecnología y la humanidad. Uno de mis autores favoritos es Isaac Asimov, cuyas obras no solo entretienen, sino que también hacen reflexionar sobre la ciencia, la ética y el conocimiento.

¿Cuáles son tus planes a futuro?

Mis planes incluyen seguir especializándome en medicina equina, un campo que me apasiona profundamente. Me gustaría también trabajar un tiempo en Estados Unidos, adquirir nuevas experiencias, aprender de otros profesionales, y luego regresar a México para abrir una nueva empresa veterinaria que se enfoque en atención especializada.

¿Qué te motiva a seguir adelante?

Me motiva el amor por mi carrera y el profundo respeto que tengo por los caballos. Saber que con mi conocimiento y dedicación puedo mejorar su calidad de vida me da fuerza cada día.

¿Algo que desees agregar? 

Gracias por permitirme compartir esta parte de mi vida. Es un honor poder hablar de lo que amo y transmitir la pasión, el esfuerzo y la dedicación que hay detrás de cada caso, cada historia y cada animal que he tenido el privilegio de atender.

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