La Entrevista con Nila Monserrat García Menchaca
Descubre cómo Nila Monserrat García Menchaca, inspirada por su familia, transforma vidas a través de la enseñanza y la educación con pasión y vocación.

“Educar es sembrar amor, valores y esperanza en cada alumno”
Convertirse en maestra no es solamente alcanzar un título académico, es también cumplir un sueño que se teje desde la vocación más profunda. La protagonista de esta entrevista comparte cómo, desde niña, el ejemplo de su madre y su hermano le mostraron que la enseñanza es una de las profesiones más nobles, porque no solo forma estudiantes, sino que inspira ciudadanos con valores, sueños y metas. Su testimonio refleja que la educación es una de las herramientas más poderosas para transformar vidas y abrir caminos hacia un mejor futuro.
¿Qué estudiaste y dónde?
“Estudié la Licenciatura en Educación en la Universidad Vizcaya en modalidad mixta”.
La pasión suele ser el motor que guía nuestras decisiones. ¿Qué te motivó a elegir esta carrera?
“Es una carrera que me apasiona desde que tengo uso de razón y con el tiempo fui agarrándole más amor, porque comprendí que es la profesión que ayuda a forjar el resto de las carreras. Un maestro motivador marca la diferencia para que un alumno desee seguir aprendiendo y alcanzar sus sueños”.
Muchas veces las raíces familiares influyen en la elección profesional. ¿Fue tu caso?
“Sí, mi madre, porque ella también fue maestra y en ocasiones la acompañaba a sus clases mientras esperaba la hora de entrada a mi kínder. El ver el amor y dedicación con los que compartía sus conocimientos me inspiró a seguir sus pasos. También mi hermano impartió clases, y al verlo feliz me convencí aún más de estudiar esta carrera”.
¿Cómo impacta en tu vida esta profesión?
“Pude comprender las situaciones que rodean a los alumnos y cómo influyen en su aprendizaje. Pensar en estrategias para que el contexto no afecte su forma de aprender me hizo ver el mundo con otros ojos. Aprendí a identificar barreras, a canalizar casos con especialistas y a mantener empatía sin perder mis límites, conservando mis valores fuera de los métodos de enseñanza”.
¿Qué buscas aportar a la sociedad?
“Quiero ser una base sólida de conocimiento y motivación para que los alumnos sigan aprendiendo y logren sus metas profesionales. Enseñarles valores, ayudarlos a reconocer sus habilidades y debilidades, y mostrarles que no hay mayor obstáculo que uno mismo. Aspiro a eliminar la desigualdad para que todos alcancen su máximo potencial”.
Cerrar un ciclo siempre trae emociones. ¿Qué significó para ti concluir tu carrera?
“Fue una mezcla de alegría y nostalgia, porque cada día estuvo lleno de esfuerzo y dedicación. Dejo atrás experiencias como estudiante para iniciar nuevas como profesionista, con la misión de guiar a otros en su aprendizaje y ayudarlos a entender cómo todo lo aprendido tiene valor en su vida cotidiana”.
El camino nunca es sencillo. ¿Qué fue lo más difícil que enfrentaste en tu formación?
“Estudiar y trabajar al mismo tiempo, sobre todo en los primeros años, porque mi empleo era muy demandante en cuestión. Coordinar proyectos en equipo, cumplir con tareas individuales y encontrar tiempo para estudiar en temporada de exámenes fue un reto enorme. Dormir tres horas se volvió normal, pero al final el esfuerzo y sacrificio valieron la pena”.
A pesar de las dificultades, siempre quedan recuerdos positivos. ¿Qué es lo más bonito que te llevas?
“Todo el aprendizaje otorgado por mis maestros, sus consejos, las dinámicas de enseñanza y los trabajos en equipo. También los nervios antes de un examen, cuando buscábamos obtener la mejor nota, pero priorizando realmente aprender. Sobre todo, me llevo las amistades, que fueron clave para no rendirme y llegar hasta la graduación”.
Convertirse en educadora es más que un título. ¿Qué significa para ti ser maestra?
“Es un gran logro y la realización de mi mayor sueño. Representa una inmensa satisfacción personal y profesional, porque todo el esfuerzo y sacrificio finalmente se materializan en la oportunidad de formar a otros”.
¿Cuáles son tus metas a corto, mediano y largo plazo?
“A corto plazo, ofrecer clases de regularización por las tardes y fines de semana. A mediano plazo, obtener una plaza y seguir capacitándome con cursos y diplomados. A largo plazo, estudiar una maestría o incluso una segunda carrera que complemente mi formación como educadora”.
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Mi arte y esfuerzo, la huella de un sueño que nunca deje Adriana, cuéntanos un poco de tus orígenes. ¿Dónde naciste y cómo fue tu infancia? 'Nací en San Juan Bautista Cacalote, un pequeño pueblo cerca de Celaya, Guanajuato. Mi infancia estuvo marcada por la pérdida -- leer más
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