LA ENTREVISTA CON ELIZABETH GONZÁLEZ BARRO

"Nunca es tarde para lograr lo que nos proponemos"
   

Mi nombre es Elizabeth González Barro, tengo 54 años y soy madre de una hija, quien ha sido una gran motivación en mi vida. Nací en Sabinas, Coahuila, una ciudad que me ha visto crecer personal y profesionalmente. Estudié Contaduría Pública en la Academia B Juárez, pero fue el mundo de la belleza el que realmente despertó mi vocación y me ha acompañado durante más de tres décadas.
Entre mis pasiones personales se encuentran la lectura, en especial de Gabriel García Márquez, y la música, siendo la bachata mi género favorito. También disfruto del asado de puerco, un platillo tradicional que me conecta con mis raíces familiares.

¿Cómo iniciaste en el mundo de la belleza?

Mi interés por la belleza surgió gracias a mi familia. Tengo dos tías que fueron estilistas y también instructoras en una academia en Piedras Negras, Coahuila. Ellas sembraron en mí la semilla de la curiosidad por esta profesión. Empecé a estudiar belleza a los 17 años, en mis tiempos libres después de la escuela. Mi deseo de aprender y crecer fue tan grande que a los 19 años ya me encontraba impartiendo clases como instructora en la Casa de la Cultura, enseñando a grupos de adultos, tanto mujeres como hombres. Desde entonces supe que este era mi camino.

¿Cómo ha sido tu crecimiento profesional?

Ha sido una etapa de mucho trabajo, constancia, compromiso y amor por lo que hago. A lo largo de más de 30 años he trabajado como instructora en diversas instituciones particulares y gubernamentales, lo que me ha permitido formar a cientos de personas en el ramo de la belleza y el desarrollo personal. Además, fundé mi propio negocio: Estética LISSY Beauty Salón, el cual representa mi esfuerzo, dedicación, disciplina y pasión. Siempre he procurado mantenerme actualizada asistiendo a seminarios, talleres y capacitaciones, porque creo firmemente que en esta profesión, como en la vida, nunca se deja de aprender ni de crecer.

¿Cómo equilibras tu vida profesional con la personal?

Desde que comencé, supe que tenía que organizarme bien. Durante cinco años trabajé como asistente en un despacho de abogados, y por las tardes, tres veces por semana, impartía clases y atendía mi salón por citas. Mi hija me acompañaba muchas veces y, cuando necesitaba viajar o asistir a capacitaciones, mis padres me ayudaban con su cuidado. Me divorcié cuando ella tenía cinco años, lo cual me obligó a administrar aún mejor mis tiempos. Mi prioridad siempre fue estar presente para ella, sin abandonar mis sueños ni mi vocación. Pude demostrar que es posible sacar adelante a una familia mientras se trabaja con pasión.

¿Qué es lo que más disfrutas de tu trabajo?

Sin duda, enseñar. Me encanta ayudar a las personas a descubrir su potencial, a volverse independientes, seguras de sí mismas y construir un mejor futuro. También disfruto transformar la imagen de mis clientas y ver cómo una renovación exterior puede tener un impacto directo y positivo en su autoestima y seguridad. Esa transformación, tanto externa como interna, es muy poderosa, significativa y gratificante.

¿Realizas otras actividades además de tu negocio y la docencia?

Sí. A lo largo de los años, también he trabajado como coordinadora en una oficina de gobierno y como delegada en una villa de nuestro municipio. Actualmente soy instructora en el Centro de Seguridad Social del IMSS, donde imparto diversos cursos del área de belleza. Estas experiencias me han dado una visión más amplia de cómo puedo contribuir en diferentes entornos.

¿Cuáles son tus planes a futuro?

Mi objetivo es terminar mis estudios profesionales y seguir desarrollándome, combinando mis responsabilidades actuales con nuevas metas académicas. Quiero continuar enseñando y motivando a más personas a salir adelante.

¿Qué te motiva a seguir adelante?

Me inspira ver cómo tantas personas a las que he enseñado han logrado tener sus propios negocios exitosos o convertirse también en instructoras y líderes en su comunidad. Saber que puse un granito de arena en sus vidas me llena de orgullo y satisfacción. Ellas son mi motor constante y la prueba de que sí se puede.

¿Algo más que quieras compartir?

Quiero invitar a todas y todos a luchar por sus sueños. La belleza no es solo una profesión, es un arte que transforma vidas. Tengo más de 35 años como instructora, y cada día me siento agradecida de poder seguir ayudando a otros.

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