Genera polémica en Piedras Negras despliegue de seguridad municipal para Gabito Ballesteros
Se generaron diversos comentarios por tanta protección para un cantante

Un sorpresivo y amplio despliegue de seguridad municipal en torno a la presentación del cantante Gabito Ballesteros, quien cerró la Feria del Norte 2025, causó asombro e indignación entre sectores de la ciudadanía en Piedras Negras. La fuerte presencia de elementos municipales, particularmente visibles en las inmediaciones de un hotel de la colonia Tecnológico, levantó cuestionamientos sobre el uso de recursos públicos para escoltar a una figura del espectáculo que, por norma, debería contar con su propio equipo de seguridad privada.
El operativo, calificado por muchos como un “mega dispositivo de seguridad”, incluyó patrullas, personal armado y presencia constante de autoridades municipales, lo cual desentonó con la naturaleza del evento y las necesidades reales de seguridad que enfrentan las colonias de la ciudad. La escena fue particularmente llamativa por el despliegue en zonas residenciales y comerciales, generando especulaciones sobre si se trataba de un operativo especial por alguna amenaza. Pronto se supo que todo era parte del protocolo en torno al artista.
La polémica no tardó en escalar, pues el hecho de que policías municipales fueran utilizados como escoltas para un cantante encendió el debate sobre las prioridades de la administración local. En una ciudad que enfrenta desafíos persistentes en materia de seguridad en algunas colonias, la decisión de destinar elementos a una figura del entretenimiento —por muy popular que sea— resulta difícil de justificar frente a la ciudadanía.
Más allá de la anécdota, el incidente abre una discusión necesaria sobre el manejo del aparato de seguridad pública y los límites que deben existir entre la función de resguardo institucional y la atención de intereses privados o promocionales. Si bien es común que se ofrezca seguridad perimetral durante eventos masivos para salvaguardar la integridad del público, resulta cuestionable que dicha protección se extienda a tareas de escolta privada fuera del perímetro del recinto ferial.
Cabe preguntarse también si existe un protocolo oficial o convenio que regule este tipo de asignaciones, o si simplemente fue una decisión discrecional. De no existir lineamientos claros, el uso de patrullas, combustible, tiempo operativo y personal entrenado para cuidar a una figura pública, podría representar no solo un desvío de funciones, sino un potencial abuso de recursos del erario.
En este contexto, las críticas ciudadanas no son menores ni aisladas. La percepción general es que las prioridades institucionales parecen distorsionadas, más centradas en eventos vistosos o figuras mediáticas que en las verdaderas necesidades de la población. Todo ello suma a una creciente desconfianza sobre el uso que se le da al presupuesto público en Piedras Negras.
La expectativa de la ciudadanía es clara: los cuerpos de seguridad están para proteger a la comunidad, no para fungir como personal de logística o resguardo para espectáculos. En una ciudad que en temporadas enfrenta situaciones de emergencia hídrica, fallas en infraestructura urbana y fugas de servicios básicos, cada recurso cuenta, y su uso debe ser transparente y justificado.
Se espera que en los próximos días alguna autoridad municipal —ya sea de Seguridad Pública o del comité organizador de la feria— emita una postura que aclare si el despliegue fue oficial, si estuvo autorizado y, sobre todo, bajo qué criterios se tomó la decisión de brindar protección institucional a un artista, cuando los niveles de vigilancia en muchas colonias de Piedras Negras siguen siendo insuficientes.
Noticias del tema