Estrategia 'Hot Sale' absorbe las utilidades de los trabajadores

Del 26 de mayo al 3 de junio se lleva a cabo el Hot Sale, una campaña nacional de descuentos en plataformas digitales que busca incentivar el comercio electrónico. Esta iniciativa, organizada por la Asociación Mexicana de Venta Online (AMVO), se ha convertido en uno de los eventos más esperados por millones de consumidores mexicanos.
Este año, el Hot Sale coincide de manera estratégica con el periodo legal de reparto de utilidades, un derecho laboral que otorga a los trabajadores una parte de las ganancias generadas por las empresas durante el año fiscal anterior. Para personas morales, el reparto debe realizarse entre el 1 y el 30 de mayo, mientras que para personas físicas con actividad empresarial, el plazo es del 1 de abril al 29 de junio.
La sincronía no es casual. Las grandes cadenas comerciales y plataformas digitales aprovechan este momento del año, cuando una parte importante de la población cuenta con ingresos extraordinarios, para lanzar ofertas agresivas, promociones bancarias y meses sin intereses. Esto convierte al Hot Sale en una oportunidad clave para aumentar el consumo interno, aunque también abre la puerta a los gastos impulsivos.
¿Cómo usan los trabajadores sus utilidades?
Para conocer el comportamiento de los consumidores en esta temporada, el equipo de El Tiempo de Piedras Negras realizó un sondeo en redes sociales y entrevistas presenciales a trabajadores de diversos sectores. Los resultados indican que siete de cada diez personas destinan al menos una parte de sus utilidades a compras personales, especialmente en plataformas digitales como Amazon, Mercado Libre, Elektra o Liverpool.
Entre los productos más buscados se encuentran ropa, electrónicos, muebles, accesorios para el hogar y viajes. Muchos entrevistados aseguraron que ya tenían definidos sus deseos desde antes del Hot Sale, y esperaban este evento y el depósito de utilidades para concretar la compra.
“Ya sabía que me iban a caer las utilidades y por eso programé mis compras”, comentó Alejandra Morales, trabajadora de una cadena de autoservicio. “Compré una aspiradora robot y un reloj inteligente. Desde abril los tenía vigilados y justo bajaron de precio en el Hot Sale”.
Alejandra es el reflejo de un grupo de consumidores digitales que planifican sus gastos y aprovechan las promociones temporales. No obstante, también hay quienes prefieren darle otro uso a ese dinero extra.
La otra cara del reparto de utilidades
Juan Pablo Rebolloso, empleado de la planta San Luis Rassini, compartió su perspectiva: “No estoy tan metido en eso del internet ni de redes. Prefiero hacer mis compras de forma física. A veces hasta cruzo a Eagle Pass para conseguir mejores cosas”.
Este año, planea destinar entre 25 y 35 mil pesos —el monto estimado que recibirá como utilidades— para dar el enganche de un automóvil. “Es una compra importante, algo que me va a durar. No quiero gastármelo en cosas que no necesito. No me interesa estar cazando ofertas”, dijo.
El caso de Rebolloso ilustra una tendencia distinta: tres de cada diez trabajadores consultados declararon que prefieren ahorrar, pagar deudas o hacer inversiones duraderas, como remodelaciones, terrenos o vehículos. Para ellos, el dinero de las utilidades representa una oportunidad para fortalecer su estabilidad económica, no para consumir.
Comercio transfronterizo y hábitos mixtos
En ciudades como Piedras Negras, donde la frontera con Estados Unidos está a pocos minutos, también entra en juego el comercio transfronterizo. Algunos entrevistados afirmaron que prefieren guardar sus utilidades para realizar compras en Laredo o Eagle Pass, aprovechando la variedad de productos y la percepción de mayor calidad.
“Yo aprovecho cuando puedo ir a Laredo o Eagle Pass. Aunque el dólar esté alto, siento que las cosas allá están mejor hechas y hay más opciones”, comentó Esteban Rodríguez. “No me importa tanto el Hot Sale, yo guardo las utilidades para cuando cruce”.
Otros trabajadores como Lourdes Barrera, empleada en una maquiladora, reconocen que no están familiarizados con las plataformas digitales ni las campañas como Hot Sale. “Lo que hago es ir al centro comercial para comprar lo que necesito y guardar lo demás. No me meto a eso del internet, ni a ver ofertas”, afirmó.
¿Gasto o inversión?
A pesar de las diferencias en los hábitos de consumo, lo cierto es que la coincidencia entre el Hot Sale y el reparto de utilidades tiene un fuerte impacto económico. Las empresas refuerzan sus estrategias de venta con notificaciones, correos electrónicos y sistemas de pago en cuotas, conscientes de que los trabajadores están más dispuestos a gastar.
Economistas consultados por El Tiempo coinciden en que este tipo de eventos puede dinamizar el mercado, pero también invitan a la cautela.
“Las utilidades no son un bono o una gratificación: es un derecho laboral que debe ser aprovechado inteligentemente”, señaló la asesora financiera María del Carmen Díaz. “Invertir en calidad de vida, liquidar deudas o mejorar el hogar puede ser más valioso que una compra por impulso”.
Conclusión
El Hot Sale se ha consolidado como un evento clave para el comercio en línea en México, y su coincidencia con el reparto de utilidades genera un pico de consumo significativo. Mientras algunos trabajadores aprovechan los descuentos para adquirir productos deseados, otros optan por ahorrar, invertir o comprar fuera del país. En cualquier caso, el uso de las utilidades refleja decisiones financieras personales que, bien planeadas, pueden tener un impacto positivo a largo plazo.
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