Escuelas en alerta por creciente violencia entre estudiantes de Piedras Negras

Se requiere intervención emocional temprana, la violencia no surge de la nada: suele ser una respuesta a desregulación emocional, conflictos familiares, falta de límites claros o exposición previa a violencia.
En menos de una semana, Piedras Negras registró una serie de agresiones que encendieron la alerta entre padres, directivos y autoridades educativas.
Los hechos, aunque distintos entre sí, comparten un trasfondo que especialistas consideran urgente atender: la fragilidad emocional que atraviesan los adolescentes y la falta de herramientas para manejar sus conflictos.
Similitud
El primer caso ocurrió el viernes 14 de noviembre, cuando una estudiante de la Secundaria Técnica 38 fue agredida por cuatro jovencitas fuera del plantel. El video del ataque se viralizó rápidamente, no solo por la violencia, sino por la naturalidad con la que fue ejecutado y grabado. Tres días después, el lunes 17, una joven de 14 años, alumna de la Secundaria Fausto Z. Martínez, fue atacada por dos compañeras, hecho que provocó lesiones físicas y un fuerte impacto emocional.
La familia denunció que existían diferencias previas entre las menores, pero nunca imaginaron que escalarían a una agresión de ese nivel. A inicios de esta semana se reportó un caso aún más grave: un joven de 16 años fue golpeado dentro de su propio salón de clases por una persona externa al plantel, quien logró ingresar y agredirlo frente a sus compañeros.
Punto de vista clínico
El episodio generó temor en la comunidad estudiantil y puso en evidencia la necesidad de reforzar los filtros de seguridad en las escuelas. A estos hechos se suma un señalamiento por presunto abuso sexual relacionado con estudiantes del CBTis 34, ocurrido fuera de las instalaciones, pero que igualmente provocó alarma entre padres y autoridades. Aunque cada caso tiene su propia dinámica, la psicóloga y psicoterapeuta Gestalt Mónica Mercedes Torres advierte que la concentración de agresiones en un periodo tan breve es una señal clara de que algo más profundo está ocurriendo.
“Los casos de violencia entre adolescentes que aparecen repetidamente en periodo corto de tiempo son una señal de alerta, un foco rojo de un síntoma social que requiere atención inmediata de familias, escuelas, comunidad, profesionales de psicología y autoridades”, señaló.
La especialista subraya que la violencia adolescente rara vez aparece de forma repentina. Generalmente, es el reflejo de desregulación emocional, conflictos familiares no atendidos, ausencia de límites claros, presión social, problemas de autoestima o exposición a entornos violentos. Es decir, la agresión es solo el síntoma visible de una crisis más profunda.
Bullying
Esto coincide con datos estatales que reflejan un incremento en las denuncias de acoso escolar: 75 casos confirmados en Coahuila durante el último año, una cifra que, aunque no representa la totalidad de situaciones reales por la subnotificación, evidencia una tendencia creciente que preocupa a especialistas.
Torres destaca que uno de los elementos más urgentes es la intervención emocional temprana, ofreciendo a los jóvenes espacios donde puedan expresar emociones, reconocer impulsos y aprender a manejarlos. “Los adolescentes necesitan urgentemente espacios seguros y profesionales donde puedan hablar de lo que sienten, aprender a manejar sus emociones e impulsos”, afirmó.
Educación
El ámbito escolar también juega un papel clave. Aunque muchas instituciones cuentan con protocolos contra la violencia, no siempre se aplican con constancia o profundidad. La psicóloga recomienda reforzar talleres de manejo de impulsos, resolución de conflictos y educación socioemocional, de forma permanente y no solo después de un incidente.
Asimismo, enfatiza que los padres deben mantener una supervisión activa: conversar sobre violencia, sexualidad, consentimiento y sobre cualquier cambio abrupto en la conducta de sus hijos.
“Los padres deben reforzar la supervisión de las conductas de sus hijos, conversar abiertamente con ellos y buscar ayuda profesional cuando noten cambios drásticos”, señaló. Finalmente, Torres advirtió que la atención psicológica oportuna puede evitar que estos episodios se repitan. Los hechos recientes deben interpretarse como un llamado urgente para fortalecer la salud emocional de los adolescentes en Piedras Negras.
La violencia visible es solo la punta del iceberg; debajo hay emociones desbordadas, conflictos no atendidos y jóvenes que necesitan ser escuchados antes de que el problema continúe creciendo.
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