Entrevista con Isadora de Lourdes Rodríguez Garza

Si queremos algo, lo podemos lograr con honorabilidad'
Soy originaria de Sabinas, Coahuila, una tierra que llevo muy en el corazón y a la que siempre he estado profundamente ligada, tanto por mi familia como por mis responsabilidades profesionales y sociales.
¿Dónde estudiaste?
Tuve la fortuna de tener una formación muy completa. Mi educación básica la cursé entre el Colegio Antonio Plancarte y Labastida. La secundaria también fue en esta última institución. La preparatoria la estudié en el Cbetis #20. Posteriormente, ingresé a la Universidad de Monterrey, la UDEM, donde obtuve mi primera licenciatura en Economía. Más adelante, decidí complementar mi formación y estudié Derecho en la Universidad del Valle de México. Ambas carreras me han abierto muchas puertas y me han dado herramientas muy valiosas para mi vida profesional.
¿Hace cuánto fue eso?
Me gradué en el año 2003 de la carrera en Economía. Posteriormente, concluí mis estudios en Derecho, ya con la idea de regresar a Sabinas y aportar a mi comunidad desde un enfoque jurídico, además del económico.
¿Qué pasó después de graduarte? ¿Regresaste a Sabinas?
Sí, al egresar regresé a Sabinas y comencé a trabajar en una maquiladora llamada Falcomex, Ocupé el puesto de Customer Service, lo que implicaba estar en contacto constante con nuestros clientes, tanto en México como en Estados Unidos. Fue una etapa de muchos viajes, experiencias y aprendizaje. Luego de eso, me casé y me mudé a Agua Prieta, Sonora, donde no trabajé por un tiempo. Más tarde, por motivos laborales, mi familia se trasladó a Saltillo. Ahí comencé a trabajar en el sector educativo, específicamente en la NORMAL, y también impartía clases de inglés en tres escuelas. Eventualmente, regresé a Sabinas para trabajar con mi padre en la notaría, donde me enfoqué completamente en el Derecho.
¿Cómo fue tu incursión en el sector público?
Después de un tiempo en la notaría, el entonces alcalde Cuauhtémoc “Temo” me invitó a colaborar en su administración como directora del área jurídica. Cuando concluyó su trienio, la alcaldesa Diana Haro me dio la oportunidad de continuar en el mismo cargo. Posteriormente, la Secretaría del Trabajo, a través de Nacira Zogbi, me ofreció la presidencia de la Junta de Conciliación y Arbitraje, donde atendimos temas estrictamente laborales. Finalmente, en 2025 asumí el cargo como Delegada de la Fiscalía en la Región Carbonífera, invitada por el fiscal Federico Fernández Montañez.
¿Donde fue tu trabajo anterior?
En la Junta de Conciliación se manejaban exclusivamente temas laborales. Era un trabajo de conciliación entre patrones y trabajadores, buscando siempre que se respetaran los derechos de cada parte. Fue una experiencia enriquecedora porque aprendí mucho sobre mediación, sobre escuchar a las personas y lograr acuerdos justos.
¿Cómo ha sido tu experiencia como Delegada de la Fiscalía?
Es un cargo con mucha responsabilidad, sobre todo siendo madre y mujer. Hemos tocado todas las ramas del derecho a lo largo de mi carrera: desde lo civil en la notaría, lo administrativo y constitucional en el jurídico municipal, lo laboral en la Junta, y ahora lo penal en la Fiscalía. Aquí vemos casos muy fuertes como violaciones, homicidios, robos, feminicidios. Todo esto me ha hecho sentir un compromiso profundo con la gente de mi región.
¿Has sentido el respaldo de la ciudadanía?
Sí, mucho. El fiscal nos ha instruido tener una fiscalía abierta, donde las personas se sientan escuchadas y atendidas. Mi oficina está siempre disponible para recibir denuncias. Es un reto porque soy la única mujer delegada en el estado, pero también me sensibiliza más ante los casos que llegan.
¿Eres la primera delegada aquí en la región?
Hay quienes dicen que sí, otros que no. Sé que ha habido encargadas, pero con nombramiento formal como delegada, hasta donde tengo entendido, soy la primera. Eso implica una gran responsabilidad como mujer: sacar adelante la región y velar por la seguridad de nuestra gente.
¿Cómo manejas el estrés del trabajo?
Mi escape es mi familia. Me encanta estar en casa, convivir con mis hijos, mis hermanos, mis primos. También me gusta el deporte, en especial jugar padel, aunque últimamente lo he dejado un poco. Es una actividad que disfruto mucho, sobre todo cuando es en compañía de amigas.
¿Comida favorita?
Sin duda, la carne asada. Es algo muy nuestro del norte, y además es una excusa perfecta para convivir con familia y amigos. Disfruto mucho esos momentos.
¿Y tu música favorita?
Me gusta el pop, sobre todo el de los años 80 y 90. Mi artista favorito es Ricardo Arjona. Sus letras me llegan mucho.
¿Estás casada? ¿Tienes hijos?
Sí, estoy felizmente casada desde hace 19 años con Ernesto Peña. Tenemos dos hijos maravillosos: Luis Ernesto de 18 y Nicolás de 16. Son mi mayor orgullo y mi motivación diaria.
¿Qué mensaje dejas a los jóvenes, especialmente a las mujeres?
Les diría que si realmente desean algo, lo pueden lograr con esfuerzo, honorabilidad y profesionalismo. Es importante hacer las cosas bien, porque ese legado queda. Quiero dejar ese ejemplo a mis hijos y a todos los jóvenes de nuestra región.
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