Entrevista con Benjamín Castro

“Mantenerse activo es darle vida a los años y no solo años a la vida.”

A los 61 años, Benjamín Castro, ingeniero mecánico originario de Nueva Rosita, encontró en el emprendimiento una nueva etapa de vida. Tras tres décadas en el sector automotriz, decidió abrir su propio negocio en Piedras Negras, inspirado en recuerdos de su infancia y en el deseo de mantenerse siempre activo. 

¿Podría contarme un poco sobre su vida personal y familiar?

"Estoy casado, tengo dos hijos y un nieto de casi cuatro años que es mi alegría. Me gusta compartir tiempo con mi familia, que siempre ha sido mi motor. En lo laboral, gran parte de mi vida estuvo dedicada al negocio automotriz, pero al llegar la jubilación decidí emprender un proyecto propio. Para mí, y mantenerme activo". 

¿Dónde estudió su carrera profesional?

"Estudié ingeniería mecánica en el Tecnológico de Saltillo. Desde joven me inclinaba por la parte técnica, me gustaban las máquinas, los procesos y la industria. Esa vocación me llevó a dedicarme de lleno al rubro automotriz." 

¿Es originario de Piedras Negras?

"No, yo soy de Nueva Rosita. Llegué a Piedras Negras por trabajo, recién egresado de la carrera. Aquí encontré oportunidades que me permitieron crecer profesionalmente. Con el tiempo me establecí, me casé en Palaú y formé mi familia en esta ciudad." 

¿En qué empresas desarrolló su trayectoria?

"Trabajé aproximadamente 15 años en Rossini. En total fueron más de 30 años dedicados al sector automotriz, siempre en distintas áreas de la ingeniería. Fue un ciclo muy completo, lleno de aprendizajes y experiencias que me marcaron." 

¿Qué lo motivó a emprender tras jubilarse?

"Pienso que uno no debe quedarse quieto después de jubilarse. Toda la vida estamos acostumbrados a levantarnos temprano, a tener un ritmo de trabajo, y de repente parar de golpe puede ser muy pesado. Yo quería seguir con disciplina y con un propósito diario, así que decidí emprender para mantenerme activo y productivo." 

¿Cómo nació la idea de este negocio?

"Cuando era niño, en Nueva Rosita, había un negocio donde nos llevaban a tomar refrescos y aguas frescas. Ese recuerdo se me quedó grabado. Pensé en retomar esa idea en Piedras Negras, pero con un giro distinto, ofreciendo algo novedoso. No quería repetir lo mismo de siempre, sino innovar con un concepto fresco que la gente disfrutara." 

¿Y cómo ha sido la aceptación del público hasta ahora?

"Empecé en junio, así que todavía llevo poco tiempo. El inicio fue lento, pero gracias a Dios la respuesta ha sido positiva. Cada día más personas conocen el producto y lo recomiendan. Las festividades, como el Grito de Independencia, ayudaron a que hubiera más movimiento y eso también fue un empujón." 

¿Tuvo dificultades al comenzar?

"Sí, claro. Todo inicio es complicado. Al principio uno duda, porque la respuesta de la gente no siempre es inmediata. Pero con constancia y paciencia las cosas empiezan a acomodarse. Yo creo que la clave está en insistir y no rendirse." 

¿Qué significa para usted el nombre de su negocio?

"El negocio lleva el nombre de mi nieto Samuel. Lo bauticé como Sam y Sam porque quise rendirle un homenaje". ¿Qué consejo daría a quienes se jubilan y no saben qué hacer después? "Que busquen una actividad que los motive. No importa si es un negocio, un oficio o un pasatiempo, pero es importante mantenerse activos. Si uno se queda encerrado, sin un propósito, se acaba más rápido. El trabajo, la disciplina y la rutina diaria son lo que nos mantienen vivos." 

¿Cómo se ve usted dentro de unos años?

"Trabajando todavía. Mientras tenga salud, quiero seguir siendo útil, ya sea en mi negocio o en otra empresa. No me imagino una vida sin actividad. Para mí, el trabajo es sinónimo de vida y entusiasmo." 

La historia de Benjamín Castro refleja que la jubilación no es el final, sino una oportunidad para reinventarse. Su visión de mantenerse activo, su apuesta por el emprendimiento y el valor que otorga a la familia muestran que la experiencia y la disciplina siguen siendo motores de crecimiento. Con proyectos como Sam y Sam, demuestra que en Piedras Negras los nuevos comienzos son posibles a cualquier edad.

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