En Día del Abuelo don Francisco pide pañales para su esposa y no regalos
En Monclova, durante el Día del Abuelo, Francisco Valdés de 86 años pidió como único regalo pañales para su esposa Isabel, de 90 años, quien permanece en cama y depende enteramente de sus cuidados.
El 28 de agosto, mientras en muchos hogares se celebra este día con pasteles, canciones y abrazos, Francisco Valdés tiene un deseo muy distinto y profundamente conmovedor: que no le falten pañales a su esposa Isabel. Con voz serena, el hombre de 86 años compartió: “Lo que pido son pañales para ella, porque los necesita mucho”.
Francisco e Isabel Valdés han compartido más de medio siglo de matrimonio. Juntos formaron una vida de trabajo, esfuerzo y amor. Hoy, a sus 90 años, Isabel permanece en cama, sin poder caminar y con apenas algunos movimientos. Francisco de 86 años, pese a sus limitaciones físicas, la acompaña todos los días. “Ella es compañera, y yo tengo que buscar la manera de que esté bien”, expresó con voz decisiva.
Dificultades
El propio Francisco enfrenta graves problemas de salud. Una hernia y complicaciones en su columna le dificultan caminar, lo hace muy lento y con apoyo de una andadera. Además, tras ser operado de cataratas, perdió gran parte de su visión en ambos ojos: “Veo muy poco, casi todo es oscuro y negro”, dijo con resignación. Aun así, no se queja ni se rinde, porque su prioridad es Isabel, cuidar a su compañera de vida.
Camino juntos
El abuelo recuerda con orgullo su paso laboral. Durante 16 años trabajó en Altos Hornos de México, en el área de seguridad como almacenista, entregando equipo de protección a los trabajadores: guantes, cascos y botas. Posteriormente, junto a Isabel, emprendió la florería Marisa, ubicada en la calle Zaragoza, justo frente al desaparecido cine Diana. “La tuvimos más de 30 años, pero hace tres la tuve que dar de baja en Hacienda porque ya no podía atenderla”, compartió con nostalgia. El negocio era atendido por ambos y hoy en día es recordado con mucho cariño por muchos monclovenses.
Gastos diarios
Hoy la rutina de la pareja está marcada por los cuidados médicos. Isabel requiere atención diaria de una enfermera que asiste de 10 de la mañana a 6 de la tarde. El servicio cuesta 15 mil pesos al mes. A eso se suma la compra constante de pañales: Isabel necesita al menos cuatro diarios. “Cada dos o tres días compro una bolsa de 10 pañales en 150 O 200 pesos”, relató Francisco.
El ingreso de ambos proviene de la pensión del Bienestar. Con ese dinero, Francisco debe cubrir el sueldo de la enfermera y los pañales. Sin embargo, no siempre alcanza. “Siempre trato de encontrar una solución, pero a veces no completamos. El dinero hay que hacerlo rendir para todo lo que se nos presenta”, afirmó con realismo.
Fortaleza
A pesar de las dificultades, Francisco mantiene la serenidad y la esperanza. Sus palabras reflejan la fuerza de un hombre que ha dedicado su vida a cuidar a quien ama: “Mientras yo viva, voy a buscar la manera de que Isabel esté atendida”.
Por ello, en pleno Día del Abuelo, su llamado no fue para sí mismo, sino para la comunidad. “Lo que pido es apoyo con pañales para mi esposa. Eso es lo único que me importa”, dijo con voz firme pero llena de emoción.
Francisco sabe que no está solo, que en Monclova hay corazones generosos. Por ello abrió las puertas de su casa y dejó su número para quienes deseen ayudar: 866 125 00 00, o bien acudir directamente a su domicilio en la calle Guerrero número 118, en la zona centro de Monclova.
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