El Soyate: El rancho que preserva el legado de Antonio Aguilar y Flor Silvestre
El rancho El Soyate, ubicado en Villanueva, Zacatecas, es mucho más que una propiedad: es un símbolo del legado de Antonio Aguilar y Flor Silvestre, y un lugar sagrado para la dinastía musical que hoy encabezan Ángela y Leonardo Aguilar.
Entre las áridas tierras de Villanueva, Zacatecas, se erige El Soyate, el rancho que Antonio Aguilar construyó como regalo de amor para su esposa, Flor Silvestre. Hoy, este lugar no solo alberga los recuerdos de la época dorada de la música ranchera, sino también las tumbas de sus legendarios dueños, convirtiéndose en un santuario familiar y un punto de peregrinación para sus fans.
Un regalo de amor convertido en leyenda
-Antonio Aguilar construyó El Soyate ladrillo por ladrillo como tributo a Flor Silvestre.
-Según relatos familiares, el cantante le dijo a su esposa: "Cada piedra de este rancho es una canción para ti".
-Fue aquí donde se casaron en 1959 y vivieron sus años más felices.
Un oasis en el semidesierto zacatecano
El rancho, que abarca hectáreas de terreno, cuenta con:
-Hacienda principal (donde vivió la pareja).
-Capilla y lagunas artificiales.
-Establos y maquinaria agrícola.
-Caminos de terracería que conectan cada rincón de la propiedad.
El descanso eterno de los íconos
-Flor Silvestre y Antonio Aguilar fueron enterrados en la cima de una colina dentro del rancho.
-Desde allí, se aprecia toda la propiedad, un lugar que sus nietos Ángela y Leonardo Aguilar visitan frecuentemente para honrar su memoria.
Ángela Aguilar: La guardiana del legado
-Aunque Flor Silvestre nació en Guanajuato, eligió Zacatecas y El Soyate como su hogar definitivo.
-Ángela Aguilar ha asegurado que mantendrá viva la herencia musical y emocional de sus abuelos.
-El rancho sigue siendo un lugar de inspiración para la joven cantante, quien incluso se habría inspirado en su abuela para su vestido de novia.
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