Ángel Di María brilla en el partido contra Boca: gol, disculpas y saludo emotivo

Parecía que la única manera de convertirle un gol a Boca era desde el punto penal. Desde el inicio del partido en el Hard Rock Stadium, Ángel Di María fue blanco de una intensa y constante marca por parte de los jugadores xeneizes. Sin embargo, justo antes del descanso, el delantero argentino marcó el camino de la remontada para Benfica, que perdía 2-0 y logró igualar 2-2 sobre el final.

Durante el debut en el Mundial de Clubes, el técnico Miguel Ángel Russo tomó una decisión significativa: dejar fuera del once inicial a Marcos Rojo. Además, fue una jornada difícil para Ander Herrera, quien salió lesionado —posiblemente por un desgarro— y, para colmo, fue expulsado luego de ser reemplazado.

El tanto de Di María llegó a los 44 minutos del primer tiempo. Ejecutó un tiro de esquina cerrado desde la derecha, buscando a Nicolás Otamendi. Aunque su compañero no alcanzó a cabecear, cayó dentro del área tras recibir un rodillazo de Carlos Palacios. Todo el equipo portugués pidió penal, y tras una revisión rápida del VAR, el árbitro mexicano César Ramos sancionó la falta.

Con la frialdad de un campeón del mundo, Di María definió con sutileza hacia el palo derecho de Marchesín, que se lanzó al lado opuesto. Ese gol reanimó al Benfica, que se encontraba muy golpeado tras los dos goles rápidos de Boca. El delantero no celebró efusivamente; en cambio, levantó la mano y realizó su característico gesto del corazón, dedicado a su familia.

Aunque recibió algunos silbidos al ingresar al campo —aunque también aplausos cada vez que ejecutaba un córner—, el rosarino debió soportar una presión constante por parte de los defensores, especialmente los laterales Lautaro Blanco y Luis Advíncula.

El momento más duro lo vivió en un cruce con Miguel Merentiel y Ayrton Costa: el primero lo empujó, y el segundo lo golpeó en el cuello a los diez minutos de juego, dejándolo en el césped por varios segundos, recuperándose del impacto. Pese a que antes del encuentro se abrazó cálidamente con Russo, su exentrenador en Rosario Central, el equipo argentino no tuvo piedad y lo exigió al máximo desde el primer minuto.

Aún falta para verlo en acción en el Gigante de Arroyito con la camiseta de Rosario Central, donde lo esperan con entusiasmo. Pero lo cierto es que este lunes vivió un duelo cargado de intensidad, roces típicos del fútbol argentino y momentos llenos de emoción.