El increíble logro de Santiago: graduado de primaria a pesar de la ceguera

Su dedicación y constancia le han permitido seguir luchando por sus sueños 

Santiago Rosas Salazar, de 12 años, fue diagnosticado con ceguera total cuando apenas tenía cinco meses de edad. Desde entonces, su vida ha estado marcada por retos constantes, pero también por el cobijo de una familia que jamás dejó de creer en él. Hoy, Santiago ha logrado un paso enorme: concluir su educación primaria en la Escuela Miguel Hidalgo.

Su camino académico no fue sencillo. Santiago combinó su formación en la escuela para invidentes, a la que asiste desde los 3 años, con la primaria regular. Así, logró cursar hasta sexto grado, enfrentando cada reto con determinación y mucha disciplina. Esta etapa no solo representa un logro escolar, sino también una victoria personal.

Constancia

En su rutina diaria, Santiago acude a la escuela para invidente por la mañanas, donde ha aprendido a leer y escribir. Aunque aún se encuentra perfeccionando estas habilidades, día a día progresa con entusiasmo. Su dedicación por superarse como estudiante es evidente y conmueve a quienes lo rodean. Y por las tardes se presenta en la escuela Miguel Hidalgo ubicada en la colonia Hipódromo.

Orgullo familiar

Alejandra Salazar, su madre, no oculta su emoción y orgullo al hablar de su hijo. “Santiago es un niño que le pone el alma a cada clase. Nada lo detiene, siempre quiere aprender más, aunque a veces sea difícil”, expresó.

Un niño con sueños

Santiago no solo es un ejemplo de esfuerzo, también de alegría, entre sus pasatiempos fuera de la escuela le gusta escuchar las canciones de Chabelo y de Cri Cri, el grillo cantor además de tener un peculiar interés por los aviones, pues aunque no puede verlos ha tenido la oportunidad de asistir a algunas exposiciones y poder tocarlos aunque nunca a volado en alguno.

Para Santiago la escuela es uno de sus lugares favoritos, y su sonrisa se ilumina cada vez que habla de aprender, por ello no pierde oportunidad de estudiar y seguir preparándose con la ilusión de un futuro prometedor.

Barreras

Con toda la ilusión de continuar su educación, Santiago fue aceptado en la Secundaria No. 29. Sin embargo, esta institución no cuenta con el área de USAER (Unidad de Servicios de Apoyo a la Educación Regular), indispensable para atender las necesidades de estudiantes como él.

Santiago desea estudiar en la Secundaria Justo Sierra número 4, donde sí cuentan con el apoyo de USAER. Su madre, Alejandra, está tocando puertas, con el corazón lleno de esperanza, pidiendo a las autoridades educativas que lo apoyen. Su lucha no es solo por Santiago, sino por el derecho a una educación digna y accesible para todos los niños con discapacidad visual.

La historia de Santiago no solo es conmovedora, es un llamado urgente a la inclusión educativa. Su deseo de aprender, sus ganas de superarse y el amor que lo rodea necesita una respuesta.

comentar nota

Noticias del tema