Despiden a Rosa Roisinblit, símbolo de derechos humanos

Rosa Roisinblit, vicepresidenta histórica de Abuelas de Plaza de Mayo, murió a los 106 años, dejando un legado de lucha y memoria en Argentina.
Rosa Roisinblit, referente de derechos humanos en Argentina y vicepresidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, murió este sábado 6 de septiembre de 2025 en Buenos Aires, a los 106 años, informó la organización.
La organización Abuelas de Plaza de Mayo anunció el fallecimiento de Rosa Tarlovsky de Roisinblit, una de sus figuras más emblemáticas y vicepresidenta hasta 2021, cuando fue nombrada presidenta honoraria.“Sólo nos quedan palabras de agradecimiento por su entrega, su solidaridad y el amor con el que buscó a los nietos y nietas hasta el final”, señaló la institución en un comunicado oficial.
De la dictadura a la lucha por la memoria
Nacida en 1919 en Moisés Ville, Santa Fe, Rosa ejercía como obstetra cuando su vida cambió drásticamente durante la última dictadura militar argentina (1976-1983). Su hija Patricia y su yerno José Pérez Rojo fueron secuestrados el 6 de octubre de 1978, mientras que su nieta Mariana, de 15 meses, fue devuelta a la familia.
Patricia, embarazada de ocho meses, dio a luz en el centro clandestino de detención de la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA) en condiciones infrahumanas. El bebé fue apropiado ilegalmente y permaneció desaparecido durante más de dos décadas.
El reencuentro con su nieto
En el año 2000, gracias al trabajo de Abuelas de Plaza de Mayo, Rosa logró reencontrarse con su nieto, Guillermo Roisinblit, uno de los 140 nietos recuperados por la organización.
“Dolor hay siempre, esa herida no se cura nunca… Pero ¿decir que paro? No, nunca paro”, declaró en 2016 a la AFP, reafirmando su compromiso con la causa. Ese mismo año, tres militares responsables de la apropiación de Guillermo fueron condenados a penas de entre 12 y 25 años de prisión.
Un legado de lucha y amor
A lo largo de su vida, Rosa sostuvo que los verdaderos héroes eran los hijos desaparecidos durante la dictadura. “Nosotras luchamos, pero los héroes son nuestros hijos que se levantaron contra una dictadura feroz y dieron la vida por un país mejor”, aseguró en diversas entrevistas.
Su nieta Mariana la despidió con un mensaje en redes sociales: “Para mí sos eterna”, acompañado de una foto juntas.
Aunque nunca pudo conocer el destino final de su hija y su yerno, su lucha permanece viva en la organización, que aún busca a unos 300 nietos nacidos en cautiverio o secuestrados durante la dictadura.
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