Tener auto propio: libertad con un alto costo anual oculto
Se tienen los gatos en mantenimientos preventivos pero existen los denominados como hormiga

Para muchas personas, adquirir un automóvil representa una meta importante. Ya sea para trasladarse al trabajo, llevar a los hijos a la escuela, hacer las compras o simplemente moverse con libertad, contar con un vehículo propio ofrece una independencia invaluable. Aunque en un inicio puede percibirse como un lujo, con el paso del tiempo, tener un auto se convierte en una necesidad, especialmente en ciudades donde el transporte público es limitado o ineficiente.
Sin embargo, comprar un carro es apenas el inicio de una larga lista de responsabilidades económicas que no siempre se consideran al momento de adquirirlo. Tener un vehículo implica gastos recurrentes y, en ocasiones, inesperados, que pueden llegar a impactar significativamente en la economía familiar si no se contemplan con anticipación.
El mantenimiento regular: un gasto obligatorio
Uno de los aspectos más importantes a tener en cuenta es el mantenimiento preventivo. Para que un automóvil funcione correctamente y prolongue su vida útil, es necesario llevarlo al servicio técnico de manera regular. El más común es el cambio de aceite y filtros, que se recomienda realizar al menos dos veces por año, dependiendo del uso del vehículo y del tipo de aceite utilizado.
En promedio, un cambio de aceite, incluyendo el filtro, puede costar entre 800 y 1,200 pesos por servicio, lo que significa un gasto anual aproximado de 2,000 pesos si se cumplen los dos servicios mínimos al año. A esto se suman otros mantenimientos como el cambio de bujías, líquido de frenos, anticongelante y filtros de aire, que pueden elevar el costo anual del mantenimiento a entre 3,000 y 6,000 pesos, si se realiza un cuidado responsable del auto.
Además, hay que considerar el desgaste de las llantas y balatas, elementos clave para la seguridad al conducir. Un cambio de llantas puede costar entre 1,500 y 2,500 pesos por unidad, mientras que el cambio de balatas puede oscilar entre 1,200 y 2,000 pesos, dependiendo del modelo del auto y el taller donde se realice el servicio.
Seguro de auto: obligatorio y esencial
En México, desde 2019, es obligatorio contar con un seguro de responsabilidad civil para poder circular por carreteras y autopistas federales. Aunque no todos los estados son estrictos en su aplicación, es una obligación legal y, más importante aún, una protección básica en caso de accidente.
En Coahuila, el costo de un seguro de cobertura limitada (que incluye daños a terceros, robo parcial y asistencia vial) ronda los 3,000 a 5,000 pesos anuales, dependiendo de la aseguradora, el modelo del vehículo y el historial del conductor. Si se desea contratar una cobertura amplia, que incluya daños materiales al propio vehículo y robo total, el costo puede superar fácilmente los 10,000 pesos al año.
Costos administrativos y legales
Otro gasto a considerar es el de la licencia de conducir, que en el estado de Coahuila se emite con vigencia de dos o cuatro años. El costo actual para la licencia de dos años es de 997 pesos, mientras que la de cuatro años tiene un precio de 1,336 pesos. Este trámite debe renovarse de forma periódica, lo que implica tenerlo presente dentro del presupuesto cada cierto tiempo.
También están los gastos relacionados con la verificación vehicular, en caso de ser obligatoria en la región, así como tenencia o refrendo vehicular, que varían dependiendo del año, modelo del auto y políticas estatales.
El consumo de gasolina: un gasto que no descansa
Uno de los gastos más constantes y sensibles es el de la gasolina, y más aún con los precios actuales. En la franja fronteriza, el litro de gasolina verde (Magna) se cotiza actualmente en 20.49 pesos, mientras que la gasolina roja (Premium) ronda los 20.95 pesos. Si consideramos que un conductor promedio llena su tanque de 40 litros una vez a la semana, el gasto mensual en gasolina es de aproximadamente 3,200 a 3,400 pesos, dependiendo del rendimiento del auto y los desplazamientos diarios.
Eso se traduce en un gasto anual superior a los 38,000 pesos, sin incluir viajes extraordinarios o aumentos en el precio del combustible, que suelen presentarse de forma estacional.
“Gastos hormiga” que también cuentan
Además de los gastos básicos ya mencionados, existen otros costos menores pero frecuentes, conocidos comúnmente como “gastos hormiga”. Estos incluyen:
-
Lavado del vehículo, que puede costar entre 80 y 150 pesos por servicio.
-
Multas o infracciones de tránsito, que muchas veces se originan por descuidos mínimos como estacionarse en lugar prohibido o no usar el cinturón.
-
Accesorios y decoraciones, como tapetes, ambientadores, fundas de asiento o suvenires que, aunque pequeños, pueden sumar.
-
Estacionamientos, que en zonas comerciales o céntricas representan un gasto adicional diario.
Estos gastos pueden representar un acumulado mensual de entre 500 y 1,000 pesos, dependiendo de los hábitos del conductor.
¿Entonces, cuánto cuesta realmente?
Si hacemos un resumen de los gastos anuales aproximados para mantener un carro en condiciones normales, podríamos considerar lo siguiente:
-
Mantenimiento preventivo: 4,000 – 6,000 pesos
-
Seguro de auto (daños a terceros): 4,000 pesos
-
Licencia de conducir (prorrateado a 2 años): 500 pesos anuales
-
Gasolina: 38,000 – 42,000 pesos
-
Gastos hormiga: 6,000 – 12,000 pesos
-
Imprevistos y reparaciones menores: 3,000 – 5,000 pesos
Total estimado anual: 55,000 – 70,000 pesos, sin considerar pagos del financiamiento o mensualidades del auto, en caso de que se esté pagando a crédito.
Tener un carro propio representa una herramienta muy útil en la vida cotidiana, pero también es un compromiso económico constante que debe analizarse con responsabilidad. No se trata solo de contar con el dinero para comprarlo, sino de poder sostenerlo mes con mes. Considerar todos estos aspectos puede ayudar a tomar una decisión más informada y evitar sorpresas desagradables en el camino.
Noticias del tema