El programa "Leche para el Bienestar", anteriormente administrado por Liconsa, ha evolucionado para convertirse en un alimento esencial en la nutrición de millones de mexicanos, especialmente en comunidades vulnerables.
Su principal objetivo es cubrir las carencias alimenticias de las poblaciones más necesitadas mediante la distribución de leche fortificada, que proporciona nutrientes clave para mejorar la salud y el bienestar de quienes más lo requieren.
Cada vaso de esta leche está enriquecido con una combinación de nutrientes fundamentales. Las proteínas de alto valor biológico ofrecen los aminoácidos necesarios para el crecimiento y desarrollo, mientras que el calcio refuerza la salud ósea y dental, previniendo enfermedades como la osteoporosis.
El hierro es crucial para combatir la anemia, una condición frecuente en niños y mujeres embarazadas, mientras que el zinc fortalece el sistema inmunológico, ayudando a enfrentar infecciones de manera más eficaz.
Entre los micronutrientes destacados, el ácido fólico es esencial para el desarrollo celular y la prevención de defectos congénitos. Las vitaminas A, C y D juegan un papel importante en diversas funciones, como mejorar la visión, fortalecer el sistema inmunológico y optimizar la absorción de calcio. Además, contiene vitaminas del complejo B, como la B2, que favorece el metabolismo energético, y la B12, fundamental para la producción de glóbulos rojos y el buen funcionamiento del sistema nervioso. Otros componentes como magnesio, selenio y ácido pantoténico ofrecen beneficios antioxidantes y metabólicos.
El propósito de este programa no solo es proporcionar un alimento accesible, sino también atacar las deficiencias nutricionales que afectan a grupos como niños en crecimiento, mujeres embarazadas y lactantes, y personas mayores. Gracias a esta fortificación, se combate la desnutrición, el raquitismo y la anemia, contribuyendo a reducir las brechas de desigualdad en el acceso a una alimentación de calidad.