Crece el acoso y la informalidad en inDrive: la otra cara del transporte por aplicación en Monclova

La falta de denuncias formales no significa que el problema no exista. Al contrario, revela una peligrosa normalización del acoso y la informalidad.

La era de los taxis tradicionales parece estar llegando a su fin. Cada vez más usuarios optan por plataformas digitales como inDrive, que ofrecen una alternativa práctica y accesible para trasladarse por la ciudad. Sin embargo, esta comodidad tiene un precio: la seguridad. Y en los últimos meses, especialmente para las pasajeras, esa comodidad se ha tornado en una experiencia riesgosa.

Acoso desde el asiento del conductor

Daniela, una joven monclovense que utiliza con regularidad inDrive para desplazarse a su trabajo, cuenta que en más de una ocasión los conductores que la recogen no corresponden con los datos registrados en la aplicación. “La primera vez fue una mujer la que conducía, el chofer me avisó que era su esposa y me dio confianza, así que me subí. Pero después me tocó un carro sin placas y el conductor me dijo que lo acababa de cambiar. No me sentí segura y cancelé el viaje”, narra.

Lo que parecía un incidente aislado se ha convertido en una tendencia preocupante: unidades no registradas, sin placas o conducidas por personas distintas al titular de la cuenta. Peor aún, algunas usuarias han denunciado situaciones de acoso que trascienden el trayecto del viaje.

Uno de los casos más alarmantes ocurrió en diciembre de 2024, cuando una joven empleada de una óptica en el Centro de Monclova fue víctima de acoso por parte de un conductor de inDrive. El hombre, que previamente la había llevado a su trabajo, regresó al establecimiento horas más tarde para hostigarla. El incidente provocó una movilización por parte de la Policía Municipal y fue formalmente denunciado por la afectada.

Desde entonces, varias mujeres han manifestado haber vivido situaciones similares. Algunos conductores, tras concluir el viaje, les envían mensajes personales, las halagan o incluso les ofrecen traslados gratuitos a cambio de atención o favores. “Hasta ahora, no hemos recibido denuncias formales sobre esos casos”, aseguró Roberto Torres, inspector de la Fiscalía General del Estado en la Región Centro, “pero estamos atentos y monitoreando la situación”.

Viajes fuera de la ley

La falta de denuncias formales no significa que el problema no exista. Al contrario, revela una peligrosa normalización del acoso y la informalidad. En Monclova, los operativos contra los servicios de transporte por aplicación se han intensificado. El objetivo: obligar a los conductores a regularizarse ante la Subsecretaría de Transporte del Estado.

“Se han decomisado vehículos, aplicado multas y verificado documentación”, indicó Roberto Torres. Sin embargo, el panorama es complejo. Muchos de estos operadores, al recibir una sanción de más de 20 mil pesos, simplemente pagan la multa y vuelven a las calles sin cumplir los requisitos mínimos, como contar con seguro para pasajeros.

La Comisión pide cuentas

Ante esta realidad, la Comisión de Transporte y Vialidad del Municipio de Monclova ha solicitado información al director del departamento de Transporte, Teodoro Flores Rodríguez, para conocer si los operativos contra los vehículos de inDrive están cumpliendo con el objetivo de regularizar a los conductores ante la Subsecretaría de Transporte del Estado.

El regidor Genaro Soto Flores, quien preside dicha comisión, informó en una reciente entrevista que se busca verificar si las medidas realmente obligan a los conductores de la plataforma a operar conforme a la Ley de Transporte y Movilidad del Estado, que exige el cumplimiento de requisitos como contar con póliza de seguro para pasajeros.

“Lo que queremos es que no solo se les multe, sino que realmente se regularicen”, expresó. “Porque muchos pagan y siguen trabajando igual, sin seguro ni documentación, lo que pone en riesgo a los usuarios”.

Recomendaciones para usuarios

La responsabilidad no debe recaer únicamente en las autoridades. Las propias plataformas han implementado herramientas de seguridad que, en muchos casos, los usuarios desconocen o ignoran. Verificar que la placa, modelo y fotografía del conductor coincidan con los datos de la aplicación antes de abordar, compartir la ubicación en tiempo real con familiares o amigos y evitar subir a unidades que no correspondan con la información proporcionada son medidas mínimas, pero esenciales.

Además, si se presenta una situación de acoso o inseguridad, es vital reportarlo en la app y, si es posible, levantar una denuncia ante la autoridad correspondiente.

Las plataformas de transporte llegaron para quedarse, pero su permanencia debe construirse sobre bases legales y con un enfoque firme en la seguridad del usuario.

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