Coutinho y sus amigos le pegaron una paliza a Neymar

El Vasco da Gama protagonizó este domingo una goleada histórica al vencer 0-6 al Santos de Neymar en la vigésima jornada del Campeonato Brasileño, disputada en el estadio Morumbis de São Paulo. La afición local, incrédula ante la humillación, decidió dar la espalda a su equipo durante gran parte del segundo tiempo.

La imagen que marcó la jornada fue la del técnico del Vasco, Fernando Diniz, consolando a un Neymar desconsolado, quien abandonó el campo entre lágrimas y sin declaraciones, reflejando la magnitud del golpe sufrido por el club en el que brilló Pelé.

Los goles fueron obra de Philippe Coutinho (2), Lucas Piton, Rayan, David y Tché Tché. Cinco de ellos llegaron en el arranque del segundo tiempo, tres considerados auténticos golazos. Se trata de la peor derrota del Santos como local en el Brasileirao y la mayor que el Vasco le ha infligido en 98 años de historia. Hasta ahora, el Santos nunca había caído en casa por más de cuatro goles de diferencia.

A pesar del prestigio de ambos equipos, hoy se encuentran peleando por evitar el descenso. Con la victoria, el Vasco escaló al puesto 16 con 19 puntos, saliendo provisionalmente de la zona roja, mientras que el Santos quedó en el 15, con 21 unidades y un partido pendiente, pero bajo presión de sus perseguidores.

Neymar completó nuevamente los 90 minutos, como en los últimos seis partidos, lo que confirma que ha superado sus lesiones. Sin embargo, su rendimiento fue discreto, salvo por una elegante asistencia de tacón anulada por fuera de lugar y algunos destellos aislados. El brasileño busca recuperar protagonismo justo cuando Carlo Ancelotti prepara la lista de convocados para los duelos de eliminatorias contra Chile y Bolivia, pero esta vez la figura fue Coutinho, elegido como el mejor del encuentro.

La derrota no solo significó un duro golpe para el Santos, sino que también fue la más abultada en la carrera de Neymar, quien jamás había perdido por seis goles de diferencia. Los más de 53,000 aficionados que acudieron con la ilusión de ver una exhibición del ídolo acabaron retirándose antes del final o dándole la espalda a su equipo.