Controversia por práctica religiosa en conferencias del Alcalde
El Presidente Municipal de Piedras Negras enfrenta críticas por iniciar sus conferencias con oraciones, desatando un debate

El alcalde Jacobo Rodríguez provocó controversia esta semana al defender su decisión de iniciar conferencias matutinas con oraciones, afirmando que quien no esté de acuerdo puede denunciarlo. La práctica ha generado inquietud por su posible contradicción con los principios constitucionales del Estado laico en México.
Durante su conferencia de inicio de semana, el Alcalde de Piedras Negras fue cuestionado sobre el papel que juegan las expresiones religiosas en estos espacios oficiales. La pregunta se originó luego de que, en repetidas ocasiones, se observara la participación de líderes religiosos en actos públicos del Ayuntamiento.
La declaración ha provocado reacciones inmediatas tanto en medios de comunicación como en redes sociales, donde diversos sectores de la población cuestionan la legalidad y pertinencia de incorporar prácticas religiosas en actividades de gobierno.
El Estado laico: fundamentos constitucionales
La laicidad del Estado mexicano es un principio constitucional establecido en el Artículo 40 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, que define a la nación como una República laica. Este principio también se refuerza en el Artículo 130, que establece que el Estado no puede promover ninguna religión y que los actos de gobierno deben mantenerse al margen de expresiones o símbolos religiosos.
Además, la Ley de Asociaciones Religiosas y Culto Público prohíbe a los ministros de culto participar en actos políticos o utilizar su figura para influir en decisiones de gobierno.
La Diócesis declinó participar
En sus declaraciones, Rodríguez aseguró haber invitado formalmente a la Diócesis de Piedras Negras a participar en las conferencias, pero la institución religiosa rechazó la invitación por medio de un oficio oficial. A pesar de ello, el alcalde reiteró su llamado a la ciudadanía a iniciar cada jornada con una oración.
Sin embargo, para muchos especialistas y ciudadanos, el simple hecho de incluir una oración organizada desde la figura de la autoridad pública implica una vulneración al deber de neutralidad del Estado frente a la religión.
Reacciones ciudadanas y legales en puerta
La frase “Que me denuncien”, dicha por el alcalde como respuesta a las críticas, ha encendido aún más el debate. Colectivos civiles ya analizan la posibilidad de presentar una queja ante la Secretaría de Gobernación o la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), por considerar que se está violentando el marco constitucional.
Organizaciones como México Laico A.C. han señalado que estas prácticas, aunque en apariencia inofensivas, pueden abrir la puerta a la normalización de actos religiosos en espacios públicos, lo que pone en riesgo la pluralidad y la convivencia democrática.
Por otro lado, sectores conservadores han respaldado al edil, argumentando que la oración es una expresión legítima de fe que no debería censurarse.
¿Qué consecuencias puede tener?
De comprobarse que la inclusión de rezos en eventos oficiales vulnera el marco legal, el presidente municipal podría enfrentar sanciones administrativas o recomendaciones por parte de organismos de derechos humanos. Aunque no se trata de un delito penal, sí podría ser considerado un acto que transgrede la ley federal en materia de asociaciones religiosas, especialmente si se demuestra la participación activa de ministros de culto.
¿Y ahora qué sigue?
Hasta el momento no se ha formalizado ninguna denuncia contra el alcalde Jacobo Rodríguez. Sin embargo, la atención mediática y la presión ciudadana podrían provocar una revisión por parte de instancias estatales o federales.
Este caso reabre el debate nacional sobre la presencia de la religión en actos públicos, especialmente en un contexto donde la pluralidad cultural y religiosa exige un trato equitativo desde las instituciones gubernamentales.
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