Coahuilenses con carrera en EU: preparados, pero mal pagados
Mexicanos en EU con carrera ganan 38% menos que otras nacionalidades. Ingreso promedio: 71 mil dólares; europeos y asiáticos superan los 100 mil.

Profesionistas, llegan a ganar hasta 38% menos que personas de otras nacionalidades. El ingreso promedio para mexicanos con estudios superiores es de 71 mil dólares anuales, europeos y asiáticos superan los 100 mil.
La migración de mexicanos con estudios universitarios y de posgrado a Estados Unidos siempre se ha visto como un camino hacia mejores oportunidades.
Sin embargo, la realidad muestra otra cara: los connacionales con formación académica perciben salarios muy por debajo de los que reciben migrantes de otras regiones del mundo. Y esta desigualdad no es un dato menor, porque golpea directamente a estados como Coahuila, donde las remesas han caído con fuerza en 2025.
Brecha que no se cierra. De acuerdo con el Anuario de Migración y Remesas 2025 (BBVA–CONAPO), un mexicano con licenciatura o posgrado gana en promedio 71 mil dólares al año en EE.UU. La cifra suena alta en términos absolutos, pero se desploma al compararla con otros grupos migrantes: los asiáticos alcanzan 115 mil dólares, los europeos 107 mil y los africanos 87 mil. Incluso frente a latinoamericanos de Sudamérica (80 mil) o del Caribe (78 mil), los mexicanos quedan rezagados. La diferencia es contundente: hasta 38% menos ingreso que un migrante asiático con estudios similares. En otras palabras, la preparación académica no basta para acceder a salarios justos.
Profesionistas en trabajos de baja paga. El problema se explica, en parte, por los sectores en los que los mexicanos encuentran empleo. Según los mismos datos, seis de cada diez trabajan en servicios como restaurantes, limpieza o atención al cliente, con sueldos promedio de 45 mil dólares anuales. Un tercio más se emplea en manufactura (48 mil), y apenas 5.5% en agricultura (33 mil), el rubro peor pagado.
Esto contrasta con los asiáticos o europeos, que suelen insertarse en tecnología, finanzas, salud o consultoría, donde los ingresos duplican los de servicios básicos. Así, miles de ingenieros de Monclova, técnicos de Torreón o licenciados en administración de Piedras Negras terminan atendiendo mesas, empacando en bodegas o trabajando en call centers en Dallas o Chicago.
Coahuila y las remesas a la baja. Las consecuencias son claras en los bolsillos de las familias coahuilenses. En el primer semestre de 2025, las remesas hacia el estado sumaron 411.9 millones de dólares, un 11.2% menos que en 2024, cuando fueron 464.2 millones. En solo seis meses, Coahuila dejó de recibir 52.3 millones de dólares, que antes llegaban directo a la mesa de miles de hogares.
El golpe no es menor. En todo 2024, el estado había recibido 951.2 millones de dólares en remesas, ubicándose en el lugar 22 nacional. La tendencia positiva se quebró en 2025, en medio de un panorama adverso: menor dinamismo del empleo en EE.UU. y políticas migratorias más restrictivas. Para las familias coahuilenses, esto significa menos dinero para consumo básico, educación y vivienda.
Ciudades que más resienten. La migración coahuilense tiene rostros y ciudades muy definidos:Torreón aporta casi la mitad de los migrantes del estado (49%). En 2024, recibió 256.4 millones de dólares en remesas, siendo el municipio con mayor captación.
En La Laguna, muchas familias dependen del dinero enviado por hijos que trabajan en Texas o Illinois. Monclova, con 25.9% del flujo migrante, registró 79.1 millones en 2024. Ingenieros y técnicos metalúrgicos, formados en la zona industrial, emigran ante la falta de empleos bien pagados. Piedras Negras, puerta fronteriza, concentra 13.1% de los migrantes y captó 74.1 millones de dólares en remesas el año pasado.
Sabinas y la Región Carbonífera, aunque con menor volumen migrante (1.5% en San Juan de Sabinas), viven una dependencia mayor: el dinero que llega del extranjero sostiene la economía de comunidades mineras y rurales.
Preparados, pero limitados. Lo más paradójico es que buena parte de estos migrantes son profesionistas: egresados de universidades de Torreón, Monclova o Piedras Negras que, aun con título en mano, enfrentan barreras de homologación, idioma o certificaciones.
El resultado es un círculo vicioso: trabajo estable pero mal pagado, que reduce su capacidad de envío de dinero y limita el desarrollo de sus familias en México. En Coahuila, esa caída ya se traduce en menos consumo local, comercios con ventas bajas y menos inversión en vivienda. Es un impacto silencioso que pocas veces se refleja en indicadores macroeconómicos, pero que resiente directamente la economía familiar.
Perspectiva: primer retroceso en más de una década. Analistas de BBVA anticipan que 2025 será el primer año en 13 años con caída de remesas a nivel nacional. El flujo a México podría bajar 5.8%, confirmando que el ciclo de crecimiento ininterrumpido se frenó.
Ante este escenario, expertos insisten en la necesidad de políticas binacionales para la homologación de títulos, capacitación en inglés y redes de empleo especializado. Solo así los profesionistas mexicanos podrán acceder a sectores de mayor valor agregado y mejores salarios.
Mientras tanto, las familias coahuilenses ajustan presupuestos y aprietan cinturones. Y la paradoja persiste: migrantes preparados, salarios bajos, remesas en picada.
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