Cerveza lidera consumo alcohólico en Nochebuena en México, según estudio

Un estudio revela las preferencias de los mexicanos para el brindis del 24 de diciembre, donde la lógica económica supera a la sofisticación. 

La Nochebuena funciona como un termómetro del consumo de bebidas alcohólicas en México, donde la decisión de compra responde a factores prácticos como el precio, la disponibilidad y la capacidad de compartirse en familia, según datos de la consultora Appinio y análisis del sector. La cerveza se consolida como la reina por volumen, mientras que bebidas como la sidra espumosa ven concentrado hasta el 80% de sus ventas en esta temporada.

La dinámica del brindis navideño en México está definida por criterios culturales y económicos más que por la búsqueda de prestigio o sofisticación. Un análisis del comportamiento del consumidor durante la temporada alta decembrina confirma que la elección final prioriza el volumen, el precio y la aceptación general en reuniones multitudinarias.

Cerveza: el dominador por volumen y presencia

De acuerdo con el estudio de Appinio, el 46% de los mexicanos consume cerveza durante las festividades. Su liderazgo no está ligado únicamente al momento simbólico del brindis, sino a su presencia constante a lo largo de toda la reunión, consolidándola como la bebida alcohólica con mayor participación en estas fechas.

Vino y espumosos: relevancia en la mesa, menor penetración

El vino tiene un peso menor en consumo, pero mantiene un lugar en la mesa. El estudio señala que 11% del consumo corresponde a vino tinto, mientras los blancos y espumosos rondan el 4% cada uno. Estos últimos, pese a su mayor valor por unidad, tienen una penetración limitada comparada con otras categorías.

Sidra y Lambrusco: los reyes de la temporalidad navideña

La sidra espumosa tiene una demanda estacional marcada: 80% de sus ventas se concentran en Navidad y Año Nuevo. Su permanencia se explica por su bajo precio relativo y perfil dulce. De forma similar, el Lambrusco concentra 48% de sus ventas en diciembre, siendo una opción funcional por su dulzor, baja graduación alcohólica y percepción festiva para compartir.

Destilados y cremas: protagonistas de la sobremesa

El estudio indica que 25% del consumo en diciembre corresponde a destilados como tequila, whisky o ginebra, bebidas generalmente ligadas a la sobremesa y no al brindis central. Las cremas alcohólicas, por su parte, representan alrededor de un 8%, con un consumo marginal pero constante al final de la celebración.

El panorama confirma que, en fechas clave, el mercado mexicano se rige por una lógica práctica. Sidra, cerveza y espumosos no compiten por prestigio, sino por lograr un lugar en la mesa familiar del 24 de diciembre.

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