Captan fuga de drenaje sobre la calle Jiménez y Periodistas
La fuga se estanca en una zona sin que el derrame se extienda por las calles cercanas


Vecinos de la calle Jiménez —antes de llegar a su cruce con Periodistas— han denunciado una fuga de drenaje que permanece activa desde hace varios días, generando no solo incomodidades para quienes transitan la zona, sino un potencial riesgo sanitario.
La problemática, aunque aparentemente menor en volumen, se ha convertido en un foco de atención debido al estancamiento de aguas residuales que genera sobre el asfalto. Esta acumulación ha comenzado a desprender olores desagradables, afecta la movilidad en el área y representa un entorno propicio para la proliferación de mosquitos y otras plagas transmisoras de enfermedades.
El lugar afectado se encuentra cerca de diversos establecimientos comerciales, entre ellos restaurantes, lo que agrava la situación. El derrame, aunque no alcanza directamente los interiores de estos negocios, impacta negativamente en su entorno inmediato. La simple presencia de aguas negras en la vía pública puede ahuyentar a los comensales y clientes potenciales, además de proyectar una imagen de descuido urbano que repercute tanto en lo económico como en lo social.
Una problemática que trasciende lo visible
La presencia de aguas residuales al aire libre es más que una molestia estética. Desde una perspectiva de salud pública, el estancamiento de este tipo de líquidos crea condiciones propicias para la reproducción de vectores como el mosquito Aedes aegypti, transmisor de enfermedades como el dengue, zika y chikungunya. A esto se suman las bacterias que se generan en el ambiente húmedo y contaminado, lo que incrementa el riesgo de infecciones respiratorias o gastrointestinales, especialmente en niños y adultos mayores.
Además, esta situación puede generar un efecto de arrastre durante las lluvias, llevando los residuos a otras zonas y contaminando superficies aún más amplias. Es decir, un derrame localizado puede desencadenar una cadena de afectaciones mucho más amplia si no se atiende de manera oportuna.
Impacto en la actividad comercial
La fuga se da en una zona donde coexisten viviendas y negocios, por lo que las afectaciones no son únicamente a nivel de salud, sino también económicas. Comercios del sector restaurantero y de servicios se enfrentan a un entorno insalubre que no pueden controlar, pero que sí les perjudica directamente en su imagen frente a los clientes. Aunque la fuga no se origina en sus instalaciones, estos establecimientos son indirectamente señalados por quienes transitan por la zona, generando una percepción de falta de higiene que puede repercutir negativamente en su flujo de ventas.
La simple presencia de malos olores en los alrededores puede bastar para que un cliente opte por buscar otro lugar para comer o hacer compras. A largo plazo, este tipo de situaciones genera un entorno adverso para la inversión en el área, pues se percibe como una zona desatendida y con infraestructura deficiente.
Una llamada de atención
Esta fuga de drenaje representa una manifestación más de los muchos retos que enfrentan las ciudades fronterizas como Piedras Negras en cuanto a la atención de los servicios básicos. El rezago en la infraestructura urbana, combinado con la falta de mantenimiento preventivo y la inacción ante reportes ciudadanos, contribuye a crear entornos cada vez más deteriorados.
La situación invita a reflexionar sobre la necesidad urgente de implementar estrategias de gestión urbana más eficientes, basadas en la prevención, el monitoreo permanente y la atención inmediata a los reportes ciudadanos. Además, se vuelve indispensable fortalecer la cultura de mantenimiento urbano, priorizando zonas de alta circulación o con presencia de negocios, donde las afectaciones son tanto económicas como de salud.
Mientras tanto, la comunidad sigue lidiando con las consecuencias de una fuga aparentemente menor pero con impacto tangible. El deterioro progresivo de las calles, el riesgo sanitario que implica y la afectación a la vida cotidiana de quienes habitan o trabajan en la zona son el resultado de una suma de omisiones que, en su conjunto, reflejan una desconexión entre las necesidades ciudadanas y la actuación de las autoridades correspondientes.
Urge acción efectiva
Más allá del reporte ciudadano, lo que se requiere es una acción concreta, rápida y eficaz. La reparación de la fuga, la limpieza del área afectada y la desinfección de la zona deberían ser pasos inmediatos que eviten mayores complicaciones. Además, sería necesario un seguimiento posterior para verificar que el problema no se repita y que el sistema de drenaje funcione de manera adecuada.
El caso en la calle Jiménez no debería convertirse en un expediente más en el largo historial de quejas sin solución, sino en un llamado a replantear cómo se gestionan los servicios básicos en la ciudad. Lo que hoy es una fuga contenida, mañana podría convertirse en un problema de salud pública más amplio si no se actúa con la diligencia que la ciudadanía merece.
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