Capacitación que salva vidas: El Tiempo apuesta por primeros auxilios y extintores

“La emergencia no avisa; prepárate hoy, porque mañana puede ser tarde.”
En Monclova, donde la actividad industrial nunca se detiene, el riesgo es un acompañante silencioso en fábricas, comercios y oficinas. Por ello, cada vez más empresas están volteando hacia un punto que durante años fue relegado: la capacitación en Protección Civil.
La escena se repite en distintos centros de trabajo: grupos de empleados reunidos, un extintor entre las manos, un botiquín abierto sobre la mesa y la mirada atenta de Julio Ríos, exdirector de Protección Civil de Monclova, quien ahora recorre la región como capacitador independiente. Él insiste en una frase que resume todo: “La prevención no es un lujo, es una necesidad que salva vidas”.

Capacitar antes de lamentar
Ríos explica que los cursos que se ofrecen actualmente Primeros Auxilios, uso y manejo de extintores y protocolos de emergencia son la base mínima que todo trabajador debería tener, sin importar el giro de la empresa.“Un accidente puede ocurrir en cualquier parte: en una planta, en una oficina o en un almacén. Lo importante es que haya al menos una persona que sepa qué hacer en los primeros segundos. Esos momentos son decisivos para evitar una tragedia”, afirma.
Según su experiencia al frente de Protección Civil, gran parte de las emergencias se agravan no por la magnitud del incidente, sino por la falta de conocimiento del personal. “Hemos visto crisis que pudieron evitarse si alguien hubiera sabido colocar un torniquete, hacer presión en una herida o simplemente usar el extintor correcto”, señala.

Primeros Auxilios: la diferencia entre la vida y la muerte
Julio Ríos recuerda casos donde la reacción inmediata de los trabajadores fue crucial. “En una ocasión, un empleado sufrió un paro cardiaco dentro de un taller. Por suerte, ya habían tomado un curso de RCP. El compañero que estaba cerca empezó maniobras y eso le dio tiempo para que llegara la ambulancia. Si nadie hubiera sabido hacerlo, estaríamos contando otra historia”.
Para el capacitador, los Primeros Auxilios deberían ser tan obligatorios como cualquier otro requisito laboral, especialmente porque la mayoría de los accidentes ocurren antes de que llegue personal médico especializado.

Extintores: herramientas inútiles si nadie los sabe usar
Aunque todas las empresas están obligadas a tener extintores, pocas se aseguran de que su personal sepa utilizarlos correctamente. Ríos comenta que en auditorías previas encontró equipos vencidos, mal colocados o sin mantenimiento.“Un extintor caducado no apaga nada. Pero aún peor: uno nuevo tampoco sirve si el trabajador no sabe cómo activarlo. La gente se sorprende cuando ve lo sencillo que es, pero también lo fácil que es usarlo mal”, apunta.
En los cursos, los empleados aprenden a identificar el tipo de fuego, seleccionar el extintor adecuado y ejecutar la técnica para sofocarlo sin ponerse en riesgo.

Protocolos de emergencia: disciplina que evita el caos
En muchas empresas, un simulacro provoca risas o molestias. Para Julio Ríos eso se debe a que no se ha entendido su propósito real. “Un simulacro no es un juego ni un requisito aburrido; es un entrenamiento. Las emergencias no perdonan el desorden. Las rutas de evacuación, los puntos de reunión y los responsables deben conocerse de memoria”.
Destaca que, cuando la gente ha pasado por un proceso de capacitación serio, la respuesta cambia: la evacuación es rápida, ordenada y segura, lo que minimiza lesiones y pérdidas humanas.

Una cultura que debe crecer
Ríos asegura que la cultura preventiva en Monclova ha avanzado, pero aún falta camino por recorrer. Muchas empresas solo buscan capacitarse cuando se acerca una inspección o cuando ya ocurrió una emergencia. “La prevención no debe verse como una obligación, sino como una inversión”, recalca.
Agrega que cada curso que imparte representa una empresa mejor preparada, pero sobre todo, “más vidas con mayores probabilidades de estar a salvo”.

Empresas más seguras, trabajadores más conscientes
Los cursos de Protección Civil no solo fortalecen a las compañías, también generan seguridad entre los empleados. Un trabajador capacitado se siente valorado, protegido y con herramientas reales para enfrentar una crisis.
En una ciudad donde la industria es motor económico, la preparación puede marcar la diferencia entre una anécdota y una tragedia. Y como dice Julio Ríos mientras observa a un grupo practicar RCP sobre un maniquí: “La emergencia no avisa; prepárate hoy, porque mañana puede ser tarde.”
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