Bolsonaro bajo lupa: ordenan vigilancia extrema en su casa
El Supremo Tribunal de Brasil intensifica la vigilancia en la residencia de Bolsonaro, bajo arresto domiciliario, antes de la fase final de su juicio.
El Supremo Tribunal de Brasil ordenó reforzar la vigilancia sobre Jair Bolsonaro, bajo arresto domiciliario, a pocos días de la fase final de su juicio.
Un juez del Supremo Tribunal Federal de Brasil ordenó este sábado reforzar la vigilancia contra Jair Bolsonaro, expresidente bajo arresto domiciliario desde el 4 de agosto en Brasilia, a pocos días de la fase final de su juicio por un presunto intento de golpe de Estado.
El magistrado Alexandre de Moraes, del Supremo Tribunal Federal, dictaminó la inspección de todos los vehículos que salgan de la residencia de Jair Bolsonaro, ubicada en un complejo residencial de lujo en Brasilia. La medida incluye vigilancia en el área exterior y zonas adyacentes, con el objetivo de cubrir “puntos ciegos” que podrían facilitar una posible fuga.
Vigilancia reforzada y presencia policial
Desde el 4 de agosto, el expresidente de 70 años se encuentra bajo arresto domiciliario y obligado a portar un brazalete electrónico. El lunes pasado, el juez ya había ordenado una presencia policial permanente frente a la residencia. La Policía Federal solicitó incluso la autorización para vigilar el interior de la vivienda, propuesta que fue rechazada por la Fiscalía.
Juicio decisivo contra el expresidente
La fase final del juicio contra Bolsonaro comenzará el martes, cuando los jueces del Supremo definan si lo condenan o absuelven por el presunto intento de golpe de Estado tras perder las elecciones de 2022 frente a Luiz Inácio Lula da Silva. El expresidente y siete de sus antiguos colaboradores podrían enfrentar hasta 40 años de prisión.
Investigación por obstrucción y asilo en disputa
Bolsonaro enfrenta además una investigación por obstrucción a la justicia. La Policía Federal halló en su teléfono un borrador de solicitud de asilo político dirigido al presidente argentino Javier Milei, fechado en febrero de 2024. La defensa desestimó ese hallazgo y aseguró que no constituye prueba de fuga.
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