Así vive Luis Enrique Guzmán a nueve meses de la muerte de Silvia Pinal
Luis Enrique Guzmán reapareció públicamente luego de meses de ausencia tras la muerte de Silvia Pinal, revelando que atraviesa un proceso de sanación emocional y se encuentra enfocado en honrar el legado de su madre.
Este fin de semana, Alejandra Guzmán compartió una foto en redes donde aparece acompañada de su padre, Enrique Guzmán, y de su hermano, Luis Enrique, marcando su reaparición pública.
La publicación llamó la atención porque se da pocos días después de que Alejandra anunciara la suspensión de su “Brilla Tour” por razones médicas. Pero también por la presencia de Luis Enrique, de quien poco se sabía desde el fallecimiento de Silvia Pinal, ocurrido hace casi nueve meses.
Salud mental, viajes y espiritualidad
En entrevista con Ventaneando, Luis Enrique explicó que ha estado trabajando en su salud emocional, alejado del ojo público y enfocado en su bienestar personal:
“Estoy en terapia, estoy viajando mucho, fui a Alemania, voy a la Riviera Maya también… me he concentrado más en la espiritualidad, en estar para mí mismo”, expresó con semblante tranquilo.
También compartió que esta etapa ha sido compleja, pero ha procurado mantener una rutina enfocada en su bienestar interno, en memoria y respeto al legado de su madre.
El legado de Silvia Pinal: la casa del Pedregal
Uno de los principales compromisos que asumió tras la partida de Silvia Pinal es el cuidado del emblemático casarón del Pedregal, el cual ahora pertenece tanto a él como a su hermana Alejandra.
“Tenemos planes con la casa, nos la dejó mi mamá porque sabía que la íbamos a cuidar. Su casa era su amor, su legado”, dijo.
“Hay muchas cosas que arreglar, es una casa grande”, reconoció el productor.
El inmueble, considerado un patrimonio sentimental y cultural, es uno de los bienes más representativos de la figura de Silvia Pinal.
La ausencia de Efigenia Ramos, el "pegamento familiar"
Luis Enrique también recordó con cariño a Efigenia Ramos, histórica asistente de Silvia Pinal, quien ya no reside en la propiedad. Su salida, confesó, ha dejado un vacío emocional:
“La extraño, vivíamos juntos, jugábamos dominó, desayunábamos con mi mamá. Era parte de la familia… se muere la matriarca y el pegamento se seca”, comentó.
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