Arturo cumple manda a San Judas Tadeo tras milagro de vida

A sus 68 años, Arturo Carrizales camina hasta la capilla de San Judas Tadeo.
Arturo Carrizales Iracheta, de 68 años, cumple cada año una promesa de fe a San Judas Tadeo, luego de que el santo lo “volvió a la vida” tras sufrir dos infartos a los 27 años. Desde entonces, la devoción de Arturo lo lleva a recorrer kilómetros para agradecer y renovar su compromiso espiritual.
Cada año, Arturo camina desde su hogar en la colonia Roma, transitando por la avenida Acreedores, bulevar Ejército Mexicano y la carretera 30, hasta llegar al Ejido 8 de Enero, donde se encuentra la emblemática capilla de San Judas Tadeo. La caminata no es solo un acto físico, sino un acto de fe y gratitud por la vida que se le concedió y por cada día que continúa siendo testigo de milagros en su vida.
Servicio espiritual y devoción constante
Además de su caminata anual, Arturo mencionó que se dedica a la “cajita del Niño Fidencio”, un espacio donde comparte su fe y ayuda a otros a encontrar consuelo espiritual. Para él, la oración y la entrega de su tiempo a la devoción son formas de agradecer y honrar las bendiciones que ha recibido, transformando su experiencia de vida en un ejemplo de perseverancia y esperanza.
La celebración de un milagro
La llegada a la capilla de San Judas Tadeo se convierte en una celebración espiritual, donde Arturo deja sus ofrendas y reza con el corazón lleno de gratitud. Su historia inspira a otros devotos a mantener la fe y a cumplir con sus mandas, recordando que la perseverancia y la devoción pueden convertir la gratitud en un acto tangible de amor y esperanza.
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