Alcaraz se pone serio y ya está en las semifinales de Cincinnati

El pasado miércoles, Carlos Alcaraz terminó el día con satisfacción tras imponerse a Luca Nardi y meterse en los cuartos de final del Masters 1000 de Cincinnati, un torneo históricamente complicado para él, donde solo ha alcanzado una final, en 2023, cayendo ante Novak Djokovic en un duelo memorable.

“Es increíble ver cómo estoy progresando desde el primer partido hasta ahora”, declaró el murciano, convencido de que había disputado su mejor encuentro del torneo.

Dos días después, bajo el sofocante calor de Ohio y en un Lindner Family Tennis Center sin lleno total, el español se enfrentó a un viejo conocido: Andrey Rublev, número 11 del ranking, rápido, intenso y con un carácter tan explosivo como impredecible. El ruso, que este año conquistó el ATP 500 de Doha, solo había logrado vencer a Alcaraz en uno de sus cuatro cruces previos, aunque siempre ha mostrado gran admiración por él. Un ejemplo fue la temporada pasada, cuando en un entrenamiento, Rublev le dijo entre risas: “No has fallado ni una bola”. Alcaraz contestó que intentaba imitarlo, a lo que el ruso respondió con ironía: “Si jugaras como yo, estarías octavo o noveno, no donde estás”.

En el partido, Alcaraz quebró el servicio en su segunda oportunidad y se llevó el primer set. En la segunda manga, sin embargo, Rublev subió el nivel en los momentos decisivos, logró romper el saque del murciano y empató el duelo con un sólido 4-6. La central celebró el espectáculo que se extendía hasta el set definitivo.

Ya en el tercero, Alcaraz se repuso de los nervios, apretó el puño en cada golpe ganador y terminó inclinando la balanza tras más de dos horas de batalla, cerrando el partido por 6-3, 4-6, 7-5. Con esta victoria, el murciano alcanza por segunda vez las semifinales de Cincinnati, la primera desde 2023, y ahora buscará la final ante Alexander Zverev.

En el otro lado del cuadro, el invencible Jannik Sinner —25 partidos consecutivos sin ceder sets en pista rápida— se medirá a la revelación del torneo, el francés Térence Atmane, número 136 del ranking, sin representante ni patrocinador. Su sorprendente actuación ya le ha reportado más ganancias en este torneo (283.910 €) que en toda la temporada previa, aunque su “cuento de hadas” parece tener un duro obstáculo en el italiano.