Alcalde Jacobo Rodríguez admite que toda su vida se atendido en hospitales privados
Fue cuestionado acerca del por que no se atendió su problema de salud en el ISSSTE
Durante la conferencia matutina de este viernes, el Presidente Municipal de Piedras Negras, Carlos Jacobo Rodríguez González, declaró que, pese a contar con cobertura médica del ISSSTE como servidor público, optó por atenderse en un hospital privado, afirmando que "ni siquiera lo pensó" acudir a una institución de salud pública, ya que toda su vida ha recurrido a servicios médicos particulares.
La declaración surgió luego de que medios locales le preguntaran por qué, tras mencionar un problema de salud reciente, no acudió al Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE), institución que atiende a empleados municipales. La respuesta del edil fue tajante: “Toda mi vida me he atendido en hospitales privados”.
Rodríguez González agregó que, ante situaciones médicas, suele acudir a centros de atención particulares por cuestiones de rapidez, confianza y costumbre personal, sin contemplar instituciones gubernamentales como opción.
Los funcionarios municipales, incluyendo al alcalde, cuentan con derecho a servicios médicos por parte del ISSSTE, como parte de su régimen laboral. Esta institución federal está diseñada para brindar atención médica, pensiones y otros beneficios a trabajadores del Estado y sus familias.
El hecho de que el titular del gobierno municipal no recurra al sistema público de salud ha abierto el debate sobre la confianza institucional, la calidad de los servicios públicos y el acceso real a la salud para la población en general.
Las declaraciones del alcalde reavivan una discusión frecuente en la esfera pública: ¿es congruente que un funcionario evite usar los servicios que su administración promueve?
La brecha entre los servicios médicos que reciben las autoridades y los que están disponibles para la ciudadanía genera cuestionamientos sobre la equidad, la calidad del sistema y el papel ejemplar que deberían asumir quienes gobiernan.
Este tipo de decisiones también podría influir en la percepción ciudadana sobre la efectividad del sistema de salud pública, especialmente en momentos donde los hospitales públicos enfrentan retos estructurales y de capacidad.
Aunque el alcalde fue transparente al compartir su experiencia médica, la sinceridad de sus palabras también puede interpretarse como una muestra de desconexión con la realidad que enfrentan miles de ciudadanos que no tienen acceso a servicios médicos privados.
En un país donde la salud pública es una necesidad básica insatisfecha para millones de personas, las declaraciones de líderes públicos sobre su preferencia por la atención privada pueden enviar señales contradictorias respecto al compromiso institucional con el fortalecimiento del sistema público.
La afirmación del alcalde de Piedras Negras refleja un estilo de vida común entre funcionarios de alto nivel, pero también plantea interrogantes relevantes sobre el compromiso con el sistema que gobiernan.
Si bien es válido que cada persona elija su atención médica, la expectativa pública sobre sus líderes incluye también el ejemplo, la empatía y la coherencia con los servicios que promueven o supervisan.
En medio de estas reflexiones, se mantiene la exigencia ciudadana de mejorar la calidad, eficiencia y accesibilidad del sistema de salud pública, de modo que ningún ciudadano —ni líder— tenga que pensarlo dos veces para confiar en él.
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