161 mexicanos, incluidos 69 niños, reciben asilo en Guatemala

El gobierno los acogió en Huehuetenango este miércoles tras los enfrentamientos entre cárteles que obligaron a su desplazamiento forzado.
El Instituto Guatemalteco de Migración (IGM) concedió este miércoles un permiso de permanencia por razones humanitarias a 161 ciudadanos mexicanos, un grupo compuesto por 92 adultos y 69 niños y niñas, que se vieron forzados a cruzar la frontera para refugiarse en una aldea del departamento de Huehuetenango. La medida busca protegerlos del recrudecimiento de la violencia atribuida a los cárteles del narcotráfico en el estado mexicano de Chiapas.
La institución migratoria detalló en un comunicado oficial que "39 familias fueron entrevistadas y beneficiadas con este pase humanitario, además de recibir atención interinstitucional". El desplazamiento se produjo "derivado de la conflictividad que persiste" en la región mexicana fronteriza, marcada por una violenta disputa territorial entre grupos del crimen organizado.
¿Qué es un permiso humanitario y por qué se otorga? Este instrumento legal, concedido por el Estado de Guatemala, permite a los beneficiarios residir temporalmente en el país de forma regular y acceder a servicios básicos como salud y educación, a pesar de no contar con una visa convencional. Se activa en casos de crisis humanitarias, desastres naturales o conflictos que provocan desplazamientos forzados de población, buscando proteger la vida y la integridad de las personas.
Contexto de la crisis: La violencia en Chiapas
El éxodo actual no es un hecho aislado. El pasado lunes, el IGM ya había alertado sobre la llegada de un centenar de mexicanos huyendo de Chiapas. Este evento repite un patrón ocurrido el año pasado, cuando alrededor de 600 mexicanos buscaron refugio en Guatemala por idénticas razones, permaneciendo fuera de sus hogares durante casi siete meses antes de poder retornar.
El estado de Chiapas, clave para las rutas del narcotráfico hacia Centroamérica y Estados Unidos, sufre una lucha feroz entre el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) y el Cártel de Sinaloa. Esta pugna por el control de plazas y corredores de narcotráfico ha sumido a la región en una ola de violencia que incluye enfrentamientos armados, bloqueos carreteros, extorsión y reclutamiento forzado, provocando el desplazamiento interno de cientos de personas dentro de México y, ahora, a través de sus fronteras.
La situación actual de los refugiados en Guatemala
Según el reporte oficial, la mayoría de los mexicanos permanecen alojados en un albergue temporal habilitado en el salón de usos múltiples de la aldea guatemalteca. Otros han encontrado refugio gracias a la solidaridad de los pobladores locales que los han acogido en sus hogares, mientras que un grupo menor ha optado por alquilar viviendas por cuenta propia.
¿Es seguro el lugar donde se encuentran? Para garantizar la seguridad de los desplazados y de la comunidad local, las autoridades guatemaltecas han desplegado un operativo de vigilancia conjunta. La Policía Nacional Civil (PNC) y el Ejército de Guatemala patrullan la zona para disuadir cualquier posible incidente y mantener la estabilidad en la comunidad receptora.
La respuesta diplomática y de seguridad
La crisis subraya la naturaleza transfronteriza del problema de seguridad y la necesidad de una cooperación binacional estrecha. Tan solo el viernes pasado, en una reunión clave, la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, y su homólogo guatemalteco, Bernardo Arévalo, abordaron el tema. Sheinbaum se comprometió a "fortalecer la seguridad en la frontera con Guatemala", un anuncio crucial dado el reciente historial de tensiones.
El encuentro se produjo dos meses después de un incidente diplomático que enfrió las relaciones: una incursión no autorizada de policías mexicanos en territorio guatemalteco en persecución de presuntos narcotraficantes. El hecho, calificado por Guatemala como una violación de su soberanía, requirió de un pedido de disculpas formal por parte de México para destrabar la cooperación bilateral.
¿Cómo afecta la migración a Guatemala? Este flujo inusual de mexicanos hacia Guatemala invierte la ruta migratoria más comúnmente reportada por los medios (hacia el norte) y coloca a Guatemala en el rol de país de acogida, testing su capacidad de respuesta humanitaria y sus protocolos para manejar crisis de desplazamiento forzado. El país, tradicionalmente de origen, tránsito y retorno de migrantes, ahora debe gestionar una afluencia de refugiados, un desafío logístico y legal complejo.
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